" ES MEJOR ENCENDER UNA VELA QUE MALDECIR LA OSCURIDAD."

martes, 30 de noviembre de 2010

II Le Lever du Soleil

"Like a cat in heat stuck in a moving car
A scary conversations,
Shut my eyes, can't find the brake
What if they say that you're a climber?
Naturally i'm worried if i do it alone
Who really cares cuz it's your life
You never know, it could be great
Take a chance cuz you might grow
...
Like an echo pedal, you're repeating yourself
You know it all by heart
Why are you standing in one place?
Born to blossom, bloom to perish
Your moment will run out
Cuz of your sex chromosome
I know it's so messed up how our society all thinks (for sure)
Life is short, you're capable
...
What you waiting for!?
I can't wait to go"




Aprendo lo que vivo.
Pido audiencia para holgar las cadenas que se empecinan en enrejarme desde las muñecas hasta los derechos. ¿Cómo puedo concordar con un sistema que se mantiene corrupto, intenta ser la verdad absoluta para subyugar discípulos que necesitan comer?

Subo al alto del Cerro Santa Lucia, para observar de lejos, y así estar más cerca. En un descuido, volaron los grilletes con el viento, para alivianar mi carga…literalmente.

Corrupto, si, corrupto. Porque me obliga a seguir las reglas que el mismo da vuelta y modifica a su favor para certificarlo como justo y único. Y luego sin vergüenza, imponerlo como roca a lomo de sus súbditos.

No espere de mí, porque a nadie doy explicaciones a menos de que deba las disculpas.

El cambio lo pensaré, escribiré, diré, y haré cuando crea sea necesario y esté convencida es mejor para mi, si es que lo es. Antes, jamás. Así que nada le debo, ya que las respuestas las rindo en el momento que las encuentre nacer desde mi centro, como el alba, como un renacimiento sin abusos, sin presiones, y justo a la hora de LE LEVER DU SOLEIL, y por supuesto, a nadie más que a mí.

Voy a bajar ahora para recoger lo que arrastró la ráfaga comprensiva, no porque necesite los grilletes para encajar en la ranura de esta sociedad que me queda estrecha, sino para cuidar la tierra que me sostiene, porque en ella vivo y respeto, y jamás sería mi deseo dominarla derrochando material corrosivo sobre su belleza.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Separador de páginas



Para vos Fran,

que nos amas a nosotras las mujeres y a las maravillas que esconden nuestros cuerpos.

Carne, hueso, lágrimas, sudor, y sangre enfrascados entre aguas y fuegos de mil y un colores.

A ojos cerrados u ojos abiertos, a brazos extendidos o estrechos, a piernas separadas o entrecruzadas. Somos tu fuente de vida, tu alimento, las que te condenan, y te liberan. Y yo, la que te ama sin temores de años entre medio. La que por tener mis razones, no paro de querer, por pasión, por anhelo, o porque a ciegas vivo una emoción y en vista se reconocer esa misma figura antes escondida.



Te regalo flores de fuego, te regalo soles cálidos de invierno.

Con todo el amor que hace bajar mis cadenas,

Te obsequio una margarita.


Siempre viva,
hasta en la muerte misma,
tu querida Cynthia.
*
*
*



28/10/2010

Colección cuerpos pintados
Pintado por:
1.- Raul Lara (nació en Bolivia, 1940)
2.- Pedro Ruiz (nació en Colombia, 1957)

viernes, 12 de noviembre de 2010

Ancla



Para ti querido Abraham,

Leí por ahí una vez,
"¿Qué harías si pudieras detener el tiempo?"

...y respondí,

Fijaría mi mirada enternecida en el radiante destello que permite la puerta entre abierta de su alma. Y una milésima de segundo antes del cierre en su cruel eternidad, el tiempo ordenaría a levitar. Hasta ser capaz de entender que el aferro, es el origen del sufrimiento.

-Lee una y otra vez, hasta el entendimiento.-


Se feliz, porque los momentos existieron.
Dejar ir, es parte de la aceptación.
No existe la perdida, porque jamás te perteneció.
Solamente escogió compartir su vida junto a ti.
Por eso vive el duelo con agradecimiento.
Y se feliz, porque sucedió en esta vida.

Te querré por todas mis existencias,
porque no te mereces menos,
Cynthia.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Mi peor enemiga



Voy mirando de frente, sin el objetivo de rebuscarme en los recovecos del camino. Si con la bondad habitando la mirada, reverberando luminosos limpios de vitrales abstractos, y así, va dejando traslucida la inocencia. Que juega las escondidas como una niña, y me hace zancadillas cuando olvido, vive en mí.

No persigo una expectativa.
No creo en el dar para recibir.
Espero nada, a cambio de mi sinceridad.
Espero nada, porque NO NECESITO.
Porque no les doy poder sobre mí.
Porque hay quienes ni siquiera saben lo que son,
-¿cómo le puedo exigir a quien no se halla?-
Porque prefiero observar los límites personales individuales, y abstener el margen de las ofrendas a eso. Darle oportunidad a las sorpresas, que son suculentas, no a la saliva tibia de la espera.
Porque no quiero envejecer más de lo exigido por conjunto de segundos. Las rabias y tristezas van dejando marcados los vitrales y el cutis con los caminitos subterráneos del tiempo.

Porque todo EMPIEZA POR MÍ, no por otro.
Porque agradecida soy.
Porque yo sí respeto.
Porque solamente me responsabilizo de mí.
Porque yo sí QUIERO SABER, PARA ENTENDER.
Si el aprendizaje no se origina en mí, no lo retendré en mi centro, y su valor sería insignificante, porque tendría la validez y el esfuerzo de una obligación, no de una iniciativa. Y me reprocharía yo misma, cual apostólico Romano la conciencia, después del tiempo, y antes de él también.
Por eso, NO ESPERO.

Ahora, hay que unir las piezas del rompecabezas porque ABSOLUTAMENTE TODO en esta vida, mal y bien agradecida, ESTÁ CONECTADO. Mis puntos suspensivos para esta respuesta preceden en este momento un gran, JAMÁS ME DECEPCIONARÁS. Porque soy libre del sufrimiento que envuelve las esperas. Porque todo, empieza en mí, mientras estoy asociada por lazos encandilantes a todo y a todos lo demás, para terminar inevitablemente en mí. Otra vez, y otra vez.

Mas del dolor de determinadas exigencias personales soy vulnerable. Determinadas, porque vivo columpiándome dentro mi cabeza sobre hamacas tejidas con laureles, que de vez en vez destejo para hacer coronas y brazaletes sobre mi silueta licenciosa, y con las hilachas que quedan, ligo mis insurrectos cabellos.

Las disciplinas más severas de mi mundo son los pasos a mi reivindicación. Estrictas me golpean el dorso de las manos como las religiosas del siglo pasado con sus varillas de palo. Porque de mi, SÍ ESPERO.

Yo soy la única persona que me puede decepcionar. Porque de mí soy responsable, de mi cuerpo, y de mi mente. Y sobre ellos, solamente yo, soy la que decido. Están a la deriva de mis decisiones de todos los días. Son esos moretones azulados los que me hacen escarmentar cuando no le tomo el peso a las que pueden ser las consecuencias. Y por lejos, la vulnerabilidad que en intermitentes está expuesta por mi condescendencia inocente y bien intencionada, es la causa de la peor de mis desilusiones. Me golpeo a mi misma entonces con la frase inevitable, “soy una estúpida.” Duele el morado azulado que dejo en los caminitos subterráneos del tiempo -que ya deben saber donde se encuentra.- Y me golpea la edad, y mis huesos quieres llorar, y mis huellas acumulan asperezas, y mis parpados cierran sus puertas un poco más para no dejar traslucida la inocencia que me hace tropezar.

Las espaldas de los pensamientos enrojecen solas dando vueltas ya mareados y confundidos sin saber qué fue lo que atropelló, ¿qué causó? la incomoda post emoción que no supe reconocer en el momento. Para remediar el resultado hay que volver al pasado cuantas veces sea necesario, y hacer un recuento de los detalles –que son los mas importantes,- pesquisar los errores propios, y las faltas externas a pesar que duelan. Porque del dolor hay que sacar provecho.

Así, me doy cuenta del atropello, que es precisamente el más vil. LA FALTA DE RESPETO. Jamás me había sentido manipulada, envuelta y cegada de manera tan maestra, sin mencionar las mentiras muy bien confeccionadas en tono y acento. ¡Que obra! Fui un títere que caminaba por encima del cielo hueco. Pero recapacité, ya las cuerdas corté, y la única responsable –porque querido Julián me ha enseñado a hablar de responsabilidades en vez de culpas- soy yo, únicamente.

Porque todo vuelve a mí,
del sufrimiento hay que sacar provecho.
La desilusión me la llevo está vez,
porque desde el principio se originó aquí, en mi centro.
Porque del resto, NADA ESPERO,
porque aunque se me olvide más de una vez,
la malicia, la mala educación, y la brutalidad... siempre existirán,
de quien me tengo que cuidar, es de mí,
porque he sido advertida otra vez a no desoír la intuición,
y no dejarme distraída en zalamerías,
porque la tonta, no me permito ser yo.

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