Como no sabemos cuando vamos a morir, llegamos a creer que la vida es un pozo inagotable. Sin embargo, todo sucede sólo un cierto número de veces. Y no demasiadas.
¡En cuántas ocasiones te vendrá a la memoria aquella tarde de tu infancia, una tarde que ha marcado el resto de tu existencia!
Una tarde tan importante que ni siquiera puedes concebir tu vida sin ella. Quizás cuatro o cinco veces. Quizás ni siquiera eso.
¿Y cuántas veces contemplarás la luna llena? Quizás veinte.
Y, sin embargo, todo parece ilimitado".
De la película El cielo protector (1989)
El verdadero amor no se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece.”
Jacinto Benavente (1866-1954) Dramaturgo español.
Te ofrezco detenerte ante una luna llena fascinada por tu atención.
Te ofrezco tiempo en transformación para admirar.
Te ofrezco la oportunidad de un imprevisto para confundirte.
Te ofrezco ceder un momento de tu vida para recordar.
Te ofrezco jamás perder la capacidad de asombrarte…
por las cosas más sencillas y reales, que es belleza en su máxima expresión.
…te ofrezco el desafío de disfrutar-me.
Me tienes, (y no me tienes).
Porque no eres muy parecido a mí, y tampoco muy distinto.
¿Cuántas veces contemplarás amor de verdad?
...Este preciso instante se ha vuelto tuyo y mío...
2 comentarios:
Creemos que lo tenemos todo en la mano, y sin embargo, no tenemos nada. La posesión es demasiado frágil. Un abrazo.
Hola Cyn!Como vos decis, los corazones sanos hacen un lindo decorado...Por eso yo prefiero un corazon herido, porque hay mas vida en ese corazon que se rompe, que vive, que da vuelta la pagina para seguir amando.
Un corazon sano jamas amó...me da la idea de un corazon cobarde...No se me parece tal vez sea una idiotez. Espero tu parecer, un beso grande!
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